El espacio se divide en tres juegos independientes, cada uno con salas propias, estética particular, desafíos específicos y personajes que no se repiten. Comparten universo, pero no historia: cada aventura propone una experiencia autónoma, con su propio tono y nivel de dificultad.
La clave de Prison Experience no está solo en los candados y los enigmas, sino en la inmersión narrativa. Aquí, los jugadores no resuelven pruebas aisladas, sino que atraviesan una trama guiados —y a veces manipulados— por actores profesionales que dan vida a presos, funcionarios, aliados dudosos o antagonistas imprevisibles. El acting no es un complemento: es el motor que empuja cada decisión, acelera el pulso y convierte un puzzle en una situación límite.
El resultado es un escape que funciona como teatro interactivo, donde el equipo debe colaborar, negociar, improvisar y, sobre todo, mantener la calma cuando las luces se apagan, los pasillos se estrechan y los personajes empiezan a pedir algo más que inteligencia.
Cada juego plantea pruebas físicas ligeras, acertijos, exploración y momentos de tensión diseñados para que los participantes se sientan dentro de una historia con consecuencias. No es un reto imposible, pero requiere comunicación y sangre fría, incluso para quienes llevan experiencia a sus espaldas.
La pregunta no es si lograrás escapar, sino qué versión de ti saldrá cuando la puerta se cierre detrás.
Manuel Zaguirre, CEO«Prison Experience nace con el objetivo de crear un Escape Room diferente. ¿Y si vamos un paso más allá y no sólo trabajamos una ambientación realista? ¿Y si los jugadores van vestidos con uniformes de presos en vez de con su ropa de calle? ¿Y si escuchar una conversación entre los guardias fuese la clave para resolver un enigma? ¿Y si hacemos que el peligro de ser atrapado fuese real? Estas preguntas llevaron a los 3 juegos que tenemos ahora».
El sitio web oficial te ayudará a planificar tu visita, y es fácil seguir sus novedades en Instagram.