Miguel Boadas, que aprendió el arte de la coctelería en el Floridita de La Habana —frecuentado por figuras como Ernest Hemingway—, trasladó ese savoir-faire a Barcelona, creando un rincón donde la tradición y el buen hacer se mezclan en cada cóctel.
Boadas se ha mantenido como un bastión de la cultura del cocktail, atrayendo a personalidades como Salvador Dalí, además de Hemingway. La atmósfera del local, íntima y profesional a la vez, se complementa con su decoración art-déco, transportando a los visitantes a una era de elegancia y sencillez.
Los cócteles aquí no buscan innovar con técnicas modernas de mixología, sino más bien honrar las recetas clásicas que han definido la coctelería durante décadas. Desde martinis perfectamente equilibrados hasta creaciones propias como el Boadas y el Caribbean Club, cada bebida se prepara con meticulosa atención al detalle.
Así que si buscas un lugar con historia, donde los cócteles se sirven no solo con alcohol sino con anécdotas de un pasado fascinante, Boadas Cocktails es tu destino. Aquí, en este pequeño pero animado bar, cada sorbo es un brindis por la historia y el arte de la coctelería tradicional.