El Zoo de Barcelona logra sobresalir por su misión. Este lugar se propone contribuir a la conservación de la fauna silvestre y a la biodiversidad del mundo. Ya no solo es brindar un espacio de socialización para las personas interesadas en los animales, sino que educa y concientiza a la población sobre las problemáticas que ahora mismo amenazan la conservación de la biodiversidad. Además, existen convenios con otros zoológicos y otras entidades, que contribuyen a las investigaciones que se llevan a cabo en el propio Zoo de Barcelona. El tener sus propias investigaciones le aporta credibilidad y mayor alcance en sus promociones.
Como todo Zoo, el lugar está repleto de animales, pero en particular en sus instalaciones han vivido dos de los animales en cautiverio más conocidos del mundo. Copito de Nieve fue un gorila albino que vivió por casi 40 años en el Zoo de Barcelona. Su fama vino de la propia enfermedad que le hacía resaltar como un gorila totalmente blanco. Algo parecido pasó con Ulises, la orca. Fue capturada y un par de años después se le dio hogar en el Zoo de Barcelona hasta que su tamaño fue demasiado y se trasladó a San Diego.
El Zoo está repleto de esculturas, desde animales hasta niños, de muchos autores.