El pavimento no tiene ningún tipo de protección y fue colocado de tal manera que fue dañado por pies de miles de peatones. Por eso en 2006 (30 años después) se restauró el mosaico, pero se conservó la pieza firmada por Miró mismo.
Los colores principales del mosaico son azul, blanco, amarillo y rojo, entrelazados y simbolizan el lenguaje sencillo del mundo de la infancia.
El 17 de agosto de 2017, este lugar fue testigo de una horrible tragedia: un ataque terrorista. La plaza entera estaba cubierta de flores en recuerdo de los muertos.