El Palau Reial de Pedralbes, en Barcelona, es una joya arquitectónica rodeada de jardines abiertos al público. Originalmente, una masía de origen medieval, fue adquirida y transformada por la familia Güell en un imponente edificio, residencia oficial de la familia real española entre 1919 y 1931. Hoy, alberga la Secretaría General de la Unión por el Mediterráneo.
Este palacio, restaurado a finales del siglo XIX por Joan Martorell i Montells y enriquecido con una capilla neogótica y un palacio de estilo caribeño, tiene sus raíces en una casa de campo del siglo XVII. Antoni Gaudí dejó su huella en los jardines, diseñando la famosa fuente de la Font d'Hèrcules y participando en la creación de un espacio verde que también cuenta con las intervenciones de Nicolau Maria Rubió i Tudurí. Este último aportó un diseño geométrico decorativo, integrando árboles mediterráneos y fuentes luminosas de Carles Buïgas.
Los jardines del Palau, con estatuas como la de la Reina Isabel II y su hijo Alfonso XII, así como una rica variedad de flora, invitan a turistas y locales a descubrir un rincón de paz y belleza en medio de la ciudad.