Inicialmente reconocido por su función como área de almacenamiento de madera, ha experimentado una transformación notable para convertirse en un pintoresco paseo marítimo que se integra perfectamente en el entorno urbano de Barcelona.
En la parte superior del muelle, solía ubicarse el famoso restaurante «Gambrinus», conocido por albergar una enorme escultura de una gamba de 15 metros de largo en su techo. Aunque el restaurante ya no está en funcionamiento, esta icónica gamba, diseñada por el reconocido artista Mariscal, sigue siendo uno de los puntos de referencia más singulares y divertidos de la ciudad.
Desde este paseo, junto al mar, se puede acceder fácilmente a lugares emblemáticos como el Palau de Mar, el mirador de Colom, entre muchos otros. El Moll de la Fusta es un destino ideal para que tanto residentes como visitantes se reúnan y disfruten de todo lo que Barcelona tiene para ofrecer.