La Manzana de la Discordia, en el icónico Paseo de Gracia de Barcelona, destaca como emblema de pugna creativa y esplendor del modernismo. Este segmento reúne cinco joyas arquitectónicas, escenario de un duelo estético entre Gaudí, Domènech i Montaner, Puig i Cadafalch, Sagnier y Coquillat.
Casa Batlló, con su piel ondulante y cromática intensa, rememora el mito de San Jorge, simbolizando el triunfo de la virtud.
Cerca, Casa Amatller, de Puig i Cadafalch, mezcla lo gótico y lo flamenco, destacando por su singularidad.
Casa Bonet es una obra modernista de Marceliano Coquillat, destacando por su elegancia y funcionalidad. Aunque menos conocida que otras edificaciones en la zona, ofrece un enfoque sobrio del modernismo, con una fachada que equilibra lo clásico y lo moderno.
Su «vecino», Casa Mulleras, diseñada por Enric Sagnier en 1906. Destaca por su elegante fachada que combina elementos neogóticos con detalles modernistas.
Por su parte, Casa Lleó Morera, obra de Domènech i Montaner, asombra con su ornamentación floral exquisita.
Más que una rivalidad de estilos, estos edificios reflejan el fervor innovador de una Barcelona en busca de su expresión cultural y arquitectónica. La Manzana de la Discordia, corazón del modernismo catalán, es un faro para quienes deseen sumergirse en la historia y la arquitectura, revelando las capas de creatividad que definen a la ciudad.