Construido en 1928 por el arquitecto Juan de la Cruz Rubió y Bellver, aprendiz de Gaudí, el Pont del Bisbe destaca por su diseño arquitectónico y la fusión de estilos modernistas y góticos. Esta obra arquitectónica se encuentra en la Carrer del Bisbe, conectando la plaza de San Jaime con la Generalidad de Cataluña. El puente es conocido por su estilo gótico y elementos decorativos con mucho detalle.
Uno de sus elementos más notables es el arco que conecta dos edificios, adornado con detalles inusuales y una figura esculpida. La leyenda urbana sugiere que si pasas bajo el arco y pides un deseo, se hará realidad.
Hay una leyenda más, que dice, que existe una maldición relacionada con la calavera que adorna su sección central. La creencia sugiere que si alguien retira la daga que atraviesa la calavera, todos los edificios de la ciudad colapsarán de inmediato.
La atmósfera romántica y la arquitectura distintiva del Pont del Bisbe lo convierten en un lugar popular para los turistas y los amantes de la historia que exploran Barcelona.