Tras tres meses de éxito rotundo, la estación de Diagonal de la L5 mantendrá de forma permanente el piano que, desde marzo, ha estado a disposición de cualquiera con ganas de tocar.
La iniciativa nació con un objetivo claro: acercar la música a los usuarios del metro. Y vaya si lo ha conseguido. La Fundación TMB y el propio concurso explican que el instrumento no solo ha sido utilizado de forma constante y respetuosa, sino que ha transformado el vestíbulo en un auténtico punto de encuentro cultural.
Con esta decisión, el andén de Diagonal ya no será solo un lugar de paso apresurado: será un escenario improvisado donde, a cualquier hora, un desconocido podrá arrancar una melodía capaz de hacer detener el reloj urbano, aunque solo sea por un instante.