Cada catalán produce 477 kilos de residuos al año, más que la media española (467) y todavía lejos del objetivo europeo de reciclar al menos el 55% antes de 2025. Hoy el reciclaje se queda en un 40,3%, muy por debajo de lo deseado, mientras la gestión de estos desechos ya representa un 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Aunque la producción de basura ha bajado desde el récord de 2007, la tendencia sigue siendo preocupante. Los datos lanzan una advertencia: si no cambiamos hábitos de consumo y reciclaje, este dinosaurio de residuos seguirá creciendo hasta devorarlo todo.