Durante toda la semana, Mossos d’Esquadra y policías locales intensificarán los controles en municipios, carreteras y zonas urbanas.
La vigilancia se centrará en distracciones al manillar, maniobras peligrosas, estacionamientos indebidos y el uso obligatorio del casco. También se sancionarán conductas como saltarse semáforos o señales de tráfico. Pero la mirada no estará puesta solo sobre ciclistas y patinetes: también se actuará contra los conductores que comprometan su seguridad.
En el caso de los vehículos de movilidad personal, Trànsit recuerda que deben cumplir las mismas normas que el resto de vehículos: está prohibido circular por travesías, túneles o vías interurbanas, así como usar el móvil, llevar auriculares o viajar con acompañante. Además, el límite de velocidad es de 25 km/h y, en condiciones de baja visibilidad, es obligatorio llevar luces y elementos reflectantes.
En la última campaña, se impusieron casi 400 multas a ciclistas y más de 1.100 a patinetes eléctricos, la mayoría por circular por la acera. La iniciativa busca mejorar la convivencia en el espacio público y reducir los accidentes.