Un equipo de cazadores de tesoros liderado por el capitán Levin Shavers, a bordo del barco M/V Just Right, ha recuperado más de 1.000 monedas de plata y cinco de oro frente a la costa este de Florida, en la conocida “Costa del Tesoro”, bautizada así en los años sesenta por su inagotable riqueza submarina.
Las piezas, acuñadas en México, Perú y Bolivia, pertenecían a un convoy español que transportaba el botín del Nuevo Mundo hacia la península cuando, el 31 de julio de 1715, un huracán hundió once galeones. Más de 1.500 marineros murieron y el mar se tragó un cargamento valorado hoy en unos 400 millones de dólares.
Según Sal Guttuso, director de operaciones de 1715 Fleet - Queens Jewels LLC, la empresa con derechos exclusivos sobre los restos, el hallazgo «no es solo oro y plata, sino un fragmento vivo de historia». Cada moneda, añade, «es un testimonio de la era dorada del Imperio Español y de las vidas que se perdieron en aquella tragedia».
El excelente estado de conservación sugiere que las piezas formaban parte de un único cofre. Tras un meticuloso proceso de limpieza y catalogación, algunas serán exhibidas en museos de Florida, devolviendo al público una historia que el mar guardó durante más de 300 años.