La situación en los centros de Correos de L’Hospitalet de Llobregat se ha vuelto insostenible, según denuncian los sindicatos CGT y CCOO. La falta de sustitución de bajas y la acumulación de 65 000 notificaciones por la nueva tasa de basura —que deben entregarse antes del 5 de diciembre— han disparado la alarma entre los trabajadores.
Ambos sindicatos advierten que más de veinte empleados no están siendo reemplazados, dejando varias secciones de reparto bajo mínimos. Esta sobrecarga se agrava por la proximidad de la campaña de Navidad y el Black Friday, periodos tradicionalmente intensos para el servicio postal.
Desde CGT y CCOO consideran que el objetivo de entregar todas las notificaciones en plazo es prácticamente inalcanzable sin refuerzos inmediatos. Las notificaciones requieren entrega en mano y firma, lo que ralentiza aún más el proceso y se suma al reparto ordinario y la paquetería habitual.
Correos, por su parte, sostiene que el servicio funciona con normalidad y que la plantilla es suficiente para garantizar la calidad y los plazos de entrega. Sin embargo, los sindicatos insisten en que la falta de contratos para cubrir bajas es una práctica habitual que repercute directamente en la carga de trabajo y en la calidad del servicio.
No es la primera vez que se denuncia el caos en L’Hospitalet: hace dos años la CGT ya alertó de una plantilla insuficiente para el volumen de trabajo. Ahora la presión es aún mayor debido al contrato con la Diputación de Barcelona, que exige la entrega de las 65 000 notificaciones antes de la fecha límite.
Los representantes sindicales explican que cada entrega certificada puede llevar hasta diez minutos, limitando el número de notificaciones diarias que puede gestionar cada trabajador. Además, recuerdan que los retrasos en la entrega han generado problemas en el pasado, aunque la Diputación asegura que el plazo para abonar la tasa no comienza hasta que el vecino recibe el certificado.
Mientras tanto, la incertidumbre crece entre los empleados y los vecinos de L’Hospitalet, que esperan recibir sus notificaciones a tiempo en medio de una campaña postal especialmente exigente.