Picas de la Rosa consolida su posición en el mercado inmobiliario de Barcelona tras la compra de Ducat Finques por 50 millones de euros. Con esta operación, la gestora supera las 600 viviendas en alquiler de larga duración, repartidas entre la capital catalana y su área metropolitana, y alcanza un valor patrimonial superior a los 350 millones.
La compañía, fundada en 2011 y dirigida por Alejandro Picas de la Rosa, apuesta por un modelo de gestión profesionalizada que ofrece estabilidad a propietarios e inquilinos, alejándose del alquiler turístico o temporal. Actualmente administra viviendas en L’Hospitalet, Sant Boi, Sabadell, Rubí, Castelldefels y Sant Cugat, con un precio medio de alquiler de unos 1.000 euros al mes.
El auge del alquiler se mantiene pese a la regulación restrictiva en Barcelona. Algunos inmuebles, como un piso en Les Corts con más de 100 solicitudes en una hora, reflejan la fuerte demanda. La gestora prevé abrir su primera oficina de atención al cliente y ampliar su equipo para sostener el crecimiento.
De cara a los próximos tres años, Picas de la Rosa aspira a gestionar más de 3.000 viviendas, reforzando su papel en la movilidad residencial de la ciudad.