El prestigioso medio destaca su «paz, experiencias en la naturaleza y paisajes de postal», que convierten este rincón catalán en un refugio perfecto para huir del calor urbano.
Aunque es un destino habitual en invierno por su estación de esquí, en verano el valle ofrece una cara más tranquila y verde. Las temperaturas suaves y el entorno montañoso hacen de Núria un lugar ideal para caminatas, excursiones en familia o escapadas contemplativas. Desde la ascensión al Puigmal hasta la exigente ruta circular de la Olla de Núria, el valle seduce tanto a senderistas como a amantes del paisaje.
El acceso a este enclave solo puede hacerse en el mítico tren cremallera, que asciende más de mil metros entre bosques y riscos, ofreciendo una antesala visual del espectáculo natural que aguarda en la cima.
Con esta mención, la Vall de Núria no solo gana visibilidad nacional, sino que refuerza su posición como uno de los destinos más singulares y sostenibles de Cataluña. Una invitación abierta a redescubrir la montaña en su estado más puro.