Ayuntamiento y paradistas han pactado una remodelación integral que limitará la presencia de puestos orientados al turismo y garantizará que al menos el 50% de la oferta sea de producto fresco y de proximidad: pescaderías, carnicerías, panaderías y restauración vinculada a la gastronomía local.
El acuerdo, respaldado por más del 90% de los asociados, contempla una primera fase de obras durante este mandato: apertura de un nuevo acceso por la plaza de la Gardunya, reordenación de las paradas y reconstrucción de la isla central del pescado, hoy obsoleta. Estos trabajos se coordinarán con la reforma de la Rambla para culminar en 2027.
En una segunda etapa, ya en el próximo mandato, se abordará la sustitución de la cubierta de fibrocemento, la instalación de placas solares y mejoras en accesibilidad y climatización. La inversión inicial se estima en 12 millones de euros.
«El reto es que la Boqueria siga siendo un icono, pero sin perder su alma de mercado ciudadano», subrayó la teniente de alcaldía Raquel Gil. Con esta apuesta, la ciudad busca equilibrar atractivo turístico y vida cotidiana, asegurando que el corazón de la Rambla continúe latiendo al ritmo de sus vecinos.