Ocho millones de estudiantes de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato aprenderán cómo actuar ante inundaciones, incendios, terremotos o incluso accidentes tecnológicos.
El plan, acordado en junio por el Gobierno y las comunidades autónomas, convierte a España en el primer país europeo en introducir en la educación obligatoria la cultura de la protección civil. Los más pequeños recibirán al menos dos horas de formación, mientras que en etapas superiores se duplicará el tiempo.
Los contenidos abarcan desde identificar riesgos cotidianos hasta reaccionar en escenarios extremos: riadas, erupciones volcánicas o grandes concentraciones de personas. Todo ello adaptado a cada nivel educativo y disponible en castellano, catalán, euskera, gallego y valenciano.
Pedro Sánchez presentó el programa en un instituto de Cuenca, recordando la tragedia de la DANA en Valencia y los incendios del último verano como ejemplos de la urgencia de esta medida. Según el presidente, «se tendría que haber hecho hace décadas», pero ahora se da un paso hacia una auténtica política de Estado en emergencias.