Cada uno de nosotros/as, ciertamente, tenemos nuestros propios motivos para experimentar la adrenalina de la exploración, de escapar del estrés cotidiano y de sumergirnos en culturas vibrantes. Lo que sí está claro es que poder viajar barato por el mundo no solo enriquecerá nuestras experiencias, también nos convertirá en ciudadanos/as del mundo más conscientes, adaptables y sabios/as.
He aquí donde muchos/as nos preguntamos: ¿Realmente es posible viajar barato por el mundo? Lo es si dedicamos tiempo a organizar los viajes buscando las opciones más acordes en los económico y en lo funcional para nosotros/as. Pero antes, debemos dejar atrás la idea de que estas aventuras son para personas adineradas. No.
En Travelcover os queremos aconsejar sobre viajar de manera económica. Os vamos a revelar algunos secretos y herramientas que os permitirán diseñar itinerarios fascinantes, dormir en lugares acogedores y saborear la esencia de cada destino sin que el presupuesto sea un drama.
Viajar económico por el mundo
Viajar barato de país en país no es un sueño fugaz, sino que puede ser una realidad alcanzable. Os aseguramos que conocer culturas exóticas y paisajes lejanos está al alcance de la mayoría de bolsillos. No necesitamos, ni mucho menos, un golpe de suerte ni una herencia inesperada para emprender ese o esos viajes que ansiamos.
Necesitaremos, eso sí, un buen seguro de viaje por el mundo, ya que en aventuras de esta índole, hay que ir bien cubiertos ante cualquier eventualidad. Y es que el mundo siempre nos espera vibrante con sus tesoros ocultos para que nos convirtamos en trotamundos consumados. Lograrlo, sin embargo, implica tener un poco de astucia y planificación.
Acompañarnos en este periplo de consejos prácticos y descubrir cómo flexibilizar el presupuesto para llegar a cada rincón del planeta con nuestra mochila a cuestas.
Trazar un plan estratégico
Si bien la espontaneidad puede ser encantadora en un viaje, cuando el presupuesto es limitado, la planificación actuará como buena aliada.
No se trata de crear un itinerario rígido, sino de hacer un estudio minucioso que nos guíe por las ciudades y países que deseamos explorar. Toca definir la duración del trayecto, cuántos días en cada punto y dibujar, por consiguiente, la ruta completa que seguiremos.
Al reducir la incertidumbre, también disminuiremos los gastos inesperados, dado que los vuelos y el alojamiento a última hora suelen tener precios exorbitantes. Recordar que la planificación no es una camisa de fuerza, sino una herramienta que nos permitirá aprovechar al máximo el tiempo y recursos.
Elegir la temporada perfecta
Si podemos, hay que huir de las hordas de turistas. Generalmente van ligadas a precios inflados y peor calidad del aprovechamiento del tiempo. Dicho esto, ¿por qué limitarnos a las fechas vacacionales habituales? Si queremos viajar sin que sea una losa para nuestro bolsillo, nos tocará investigar profundamente cuál es la mejor época para visitar ese destino que tenemos en mente. Viajar en temporada baja es una gran opción para nuestros bolsillos.
Os invitamos a adentraros en la magia de la temporada intermedia, en la que el sol aún brilla con intensidad sin el agobio de las multitudes, y, como decimos, los hoteles, atracciones y medios de transporte nos brindan ofertas y precios bajos realmente apetecibles.
Si realmente queremos viajar barato por el mundo, la flexibilidad será otra gran aliada. No debemos temer ajustar el itinerario si encontramos una oferta top o si nos enamora un destino inesperado.

Optar por un alojamiento barato, sin sacrificar confort
El mundo ofrece un sinfín de alternativas para alojarse sin vaciar la cuenta bancaria. Hay que atreverse a explorar otras opciones. Por ejemplo, los hostales con sus trepidantes atmósferas. Lugares donde compartiremos algunos recursos pero que nos devolverán experiencias, seguro, inolvidables junto a otros huéspedes internacionales.
Si buscamos una experiencia aún más auténtica, optar por alojaros en una habitación de invitados/as a través de plataformas como Airbnb o Couchsurfing. De esta manera, podremos sumergirnos en la cultura local, compartiendo espacio con anfitriones que nos abrirán las puertas de su hogar.
No olvidemos la opción de visitar a familiares o amigos/as que viven en ese destino que vamos a visitar. Reencuentros con seres queridos, nuevos lugares por descubrir y alojamiento gratuito… Lo vemos como una combinación casi imbatible para viajar de manera económica.
Equipaje ligero, aventura sin límites
Dejad a un lado las maletas repletas y los cargos monetarios extra por exceso de equipaje. Menos es más. Viajar con lo esencial es más que suficiente. En la planificación inicial y exhaustiva previa al viaje, sabremos exactamente qué vamos a necesitar. Debemos asegurarnos de llevar con nosotros/as todo lo necesario para disfrutar de tu viaje. Ese “todo lo necesario” no tiene que ser sinónimo de mucho.
Reservar los vuelos con astucia y audacia
Reservar con tiempo nos ahorrará dinero. Si el tiempo se nos echa encima, no sufrir por quedarnos sin billetes porque, por ejemplo, las aerolíneas liberan sus asientos con hasta un año de antelación. Lo que pasa es que, como bien sabéis, cuanto más se acerque la fecha del viaje, más se dispararán los precios.
Por eso debemos convertirnos en una especie de estrategas de la planificación y, en materia de compra de billetes de transporte, reservarlos como decimos con mucha anticipación.
Escoger bien los días de vuelo
¿Sabíais que el día de la semana en que volamos puede afectar el precio del pasaje de avión? Nuestro consejo es que reservéis el vuelo para un martes, por ejemplo. Los vuelos suelen ser más baratos durante la semana, mientras que los fines de semana se disparan los precios.
SI viajamos entre semana, seguramente nos encontremos con mucha menos afluencia de usuarios/as, y no sufriremos largas colas en la facturación del equipaje o en el embarque. Por eso nos gusta aconsejar viajar entre semana, para así disfrutar de mayor fluidez de movimiento y una mejor optimización de nuestro tiempo.
Decir que el lujo no siempre está en la clase del billete. La clase turista hoy nos ofrece todo lo necesario para llegar a tu destino con comodidad, permitiéndonos ahorrar una buena cantidad de dinero que luego podremos invertir en acciones y experiencias muchísimo más placenteras.
Cero restaurantes lujosos
Optar por degustar la gastronomía local en restaurantes económicos. Explorar los mercados locales y supermercados, donde seguro encontraremos un sinfín de lugares interesantes y opciones gastronómicas buenas y baratas.
También podemos ser nosotros/as mismos/as los chefs y cocinar algunos días en el hostal o apartamento donde nos alojemos. En un viaje largo, comer y cenar siempre fuera es lo contrario a viajar barato por el mundo. Disparará nuestros gastos. Recomendamos, por tanto, disfrutar de la satisfacción de preparar nuestras propias creaciones culinarias a precios mucho más moderados.
No olvidar que la cerveza no es la única bebida que apaga la sed. Debemos alternar las consumiciones alcohólicas o azucaradas de pago con agua fresca.

Dominar el transporte público y ahorrar a lo grande
Viajar barato nos va a exigir, casi seguro, olvidarnos de los servicios de taxis y los alquileres de coches. El transporte público es generalmente económico, y debemos acostumbrarnos a conocerlo bien y usarlo para limitar nuestro gasto. Ayuda también a recorrer las ciudades con cierto orden y aprendiendo a base de paradas y carteles, la distribución de las urbes.
Con ese dinero que nos ahorremos al convertirnos en usuarios casi locales viajando en transporte público, lo podremos invertir en experiencias y otros recuerdos que a buen seguro tendrán mucho más valor para nosotros/as.
Si buscamos una aventura aún más épica, recomendamos emprender un viaje en tren nocturno para que disfrutar de una cómoda cama mientras recorremos kilómetros y kilómetros. Una noche menos de alojamiento en un hotel se traduce en más presupuesto para disfrutar de la ciudad.
Trabajar mientras exploramos el mundo
Si somos soñadores de viajes increíbles y únicos, seguro que el dinero es nuestro gran obstáculo. Una posible vía de mitigar algo tal problema sería trabajar (algo) durante las vacaciones. Ya sea online, en nuestra propia ocupación y seguir siendo remunerado por ello, o adquiriendo uno de esos “trabajos vacacionales” temporales.
Imaginad pasar la temporada de invierno enseñando esquí en las laderas nevadas de los Alpes, atender a los viajeros/as que buscan el sol del Mediterráneo o compartir nuestra pasión por los idiomas impartiendo clases en Tailandia. Ni tan mal, ¿no? Las posibilidades son diversas. Sólo necesitamoss un poco de ingenio y espíritu aventurero.
Una misión posible
Viajar por el mundo, si ese es nuestro sueño y propósito, lógicamente nos va a exigir una considerable inversión moneteria, pero con los consejos dados por nuestros amigos de Travelcover y que os hemos expuesto aquí, ya veis que sí se puede explorar el mundo sin dejar la cuenta a cero. Viajar así nos brinda una oportunidad única para redescubrirnos a nosotros/as mismos/as y al mundo que nos rodea.
Al vivir esta aventura de minimalismo viajero, nos damos cuenta de que la felicidad no reside en las posesiones materiales, sino en las experiencias y conexiones que creamos en el camino. Aprendemos a vivir con lo esencial, a apreciar la sencillez y a valorar la calidez de la hospitalidad local.
Con cada paso, nos desprendemos de la carga innecesaria, no solo física, sino también emocional. Descubrimos, además, que la verdadera libertad reside en la ligereza de espíritu, en la capacidad de adaptarnos y disfrutar de cada momento con una mente abierta y un corazón agradecido.
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