El Museu d’Autòmats, joya escondida en el corazón de la montaña, abrirá sus puertas gratuitamente, sin reservas ni entradas, invitando a redescubrir el encanto de la mecánica hecha arte.
Ubicado en una antigua sala teatral con vistas a Barcelona, este museo reúne más de 40 autómatas, maquetas y juegos del siglo XIX y XX que parecen haber detenido el tiempo. Desde el entrañable Pallasso Mandolinista de 1880 hasta los asombrosos Germans Gaüs, finalistas en una exposición universal en Japón, cada figura cuenta una historia con movimiento propio.
Más que una colección, es una experiencia que mezcla nostalgia, curiosidad y belleza artesanal. Figuras como La Monyos, inspirada en un personaje popular barcelonés, o Els equilibristes, que desafían la gravedad, hacen del recorrido un viaje único entre lo lúdico y lo poético.
Con esta iniciativa, el Tibidabo no solo celebra su legado, sino que invita a todas las generaciones a conectar con un mundo donde la imaginación se movía a manivela.