Coincidiendo con el centenario de su inauguración, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha reinstalado los pináculos originales de la estación Liceu, devolviendo a La Rambla la silueta que lucía en 1925.
Los cuatro elementos, elaborados en forja y hierro fundido, habían desaparecido tras una reforma en 2007 y permanecían custodiados en los almacenes de la Fundació TMB. Su recuperación ha exigido un meticuloso proceso de limpieza con láser, tratamientos antioxidantes y la reconstrucción de las barandillas y pilastras que les sirven de soporte.
La intervención ha incluido, además, la reproducción de los carteles metálicos que señalaban los accesos con los nombres originales «Liceu» y «Gran Metro», una denominación que remite a los primeros años de la red subterránea.
«Queremos que el metro celebre su centenario mostrando respeto a su memoria y a la ciudad», señaló la presidenta de TMB, Laia Bonet. Con cerca de 1,6 millones de viajes al día, la restitución de los pináculos convierte la estación en un símbolo visible de cómo Barcelona cuida su pasado mientras avanza hacia el futuro.