Las obras avanzan a buen ritmo en el corazón de Gràcia. La estructura metálica y los sótanos ya están listos, y ahora se trabaja en fachadas, vidrios, celosías de madera y detalles interiores. Pero lo que más llama la atención es la nueva cubierta, formada por paneles rojos, naranjas, azules y amarillos, que llenarán de luz el mercado. Además, el diseño incorporará placas fotovoltaicas, combinando estética y sostenibilidad.
En el interior ya se instalan los elementos que acogerán persianas, rótulos y equipamiento comercial, mientras en el exterior se avanza en los locales de los carrers Torrijos y Puigmartí y en el pavimento.
La previsión es cerrar las obras principales a finales de 2025, con una inversión global de 38 millones de euros. Hasta entonces, el mercado continuará funcionando en su sede provisional del Passeig de Sant Joan.