Su panettone tradicional, el de frutas confitadas, textura sedosa y aroma a paciencia, ha sido coronado como el mejor de toda España en el Concurso al Mejor Panettone Artesano 2025, celebrado en el marco del Gastronomic Forum Barcelona.
El premio se queda en casa —y nunca tan literalmente—. Carrió, maestro de los obradores barceloneses, añade este trofeo a una lista que ya incluye el mejor panellet de Catalunya (2022 y 2024) y la mejor coca de crema de Sant Joan (2019). Su secreto no está en la máquina, sino en el pulso: largas fermentaciones, respeto por la tradición y un punto de emoción que no se enseña en ninguna escuela.
En la categoría de panettone de chocolate, la gloria viaja a Torredembarra, donde Rafel y Adrià Aguilera, tío y sobrino al frente de la Pastisseria Cal Jan, repiten el triunfo que ya consiguieron en 2021. Su receta, a medio camino entre la intensidad y la ligereza, ha vuelto a conquistar al jurado.
Barcelona, mientras tanto, sigue viviendo su edad dorada del panettone. La ciudad se ha convertido en un laboratorio de masas vivas, fermentaciones lentas y talento dulce: de Mervier Canal a L’Atelier, de Panes Creativos a Suca’l, donde el chef Tonatiuh Cortés llegó a hornear el mejor panettone del mundo, el primero no italiano en lograrlo.
El certamen, organizado por el Gremi de Pastisseria de Barcelona, reunió a setenta artesanos de todo el país, confirmando que el panettone ya es mucho más que una moda navideña: es el nuevo idioma de la pastelería contemporánea.