La entidad azulgrana prepara este evento como una prueba piloto con público, aprovechando que ya dispone de la licencia 1A concedida por el Ayuntamiento, que permite un aforo máximo de 27.000 espectadores. El entrenamiento, dirigido por Hansi Flick, se celebraría dos días antes del partido ante el Celta en Balaídos y estaría reservado a los socios del club.
Fuentes del Barça explican que «es una posibilidad muy cierta, aunque no al cien por cien confirmada». La sesión serviría como ensayo general para el regreso del primer equipo al Camp Nou, previsto —si todo avanza según lo esperado— para el sábado 22 de noviembre frente al Athletic Club.
En paralelo, el club aguarda la visita de los técnicos municipales para obtener la licencia 1B, que autorizaría ampliar el aforo hasta 45.000 espectadores. Ese sería el paso definitivo para volver a disputar partidos oficiales en el renovado estadio, donde el Barcelona recibirá posteriormente al Alavés (29 de noviembre) y al Atlético de Madrid (2 de diciembre).