Un total de 101 playas —seis más que el año pasado— y 23 puertos deportivos han sido distinguidos con la Bandera Azul, el sello internacional que avala una gestión ejemplar del entorno costero.
Desde las calas turquesas de la Costa Brava hasta los arenales tranquilos del Ebre, Catalunya ha conseguido pintar su costa de azul gracias a un equilibrio entre sostenibilidad, calidad del agua, servicios óptimos y seguridad. Girona lidera el ranking, seguida de Barcelona, el Penedès, Tarragona y Terres de l’Ebre.
Pero no se trata solo de cifras. Este reconocimiento, otorgado por la FEE y gestionado en España por ADEAC, es una promesa cumplida: la de ofrecer espacios de baño que respeten tanto al visitante como al medio ambiente. Cada bandera que ondea es una historia de esfuerzo, vigilancia, inversión pública y amor por el territorio.
Catalunya no solo invita a sumergirse en sus aguas; invita a hacerlo con conciencia. Porque en sus playas, el azul no es solo color de mar, es también un compromiso.