Aunque la cifra sigue siendo la más alta del país, el parque de recreativos ha descendido en los últimos diez años: desde 2014 se han retirado 4.707 terminales. Sin embargo, en el último año se registró un ligero repunte, con 294 unidades más.
Si la foto fija coloca a Catalunya en primera posición, el panorama cambia al ajustarlo por población. Con 4,19 tragaperras por cada 1.000 habitantes, ocupa la novena plaza. Comunidades como Asturias (5,49), País Vasco (4,66) o Comunidad Valenciana (4,53) superan a Catalunya, aunque sigue por encima de territorios como Baleares, Andalucía o Madrid.
En total, hay 15.502 establecimientos catalanes con este tipo de máquinas. En Barcelona ciudad se concentran 2.883 locales, con una ratio de 1,71 por 1.000 vecinos, por debajo de la media catalana.
El mapa revela contrastes llamativos: Granyanella, con apenas 140 habitantes, encabeza el ranking con seis bares equipados, lo que supone una proporción insólita de 42,9 por cada 1.000 vecinos. La Jonquera, en cambio, lidera entre los municipios grandes, con 35 locales y 10,4 bares con tragaperras por millar de residentes.
Otros puntos calientes son Castelló d’Empúries (4,9 por 1.000), Vilamalla y Llorenç del Penedès (4,1), o Sant Adrià de Besòs, que destaca en el área metropolitana de Barcelona con 138 establecimientos y una ratio de 3,6.