A partir de enero de 2026, cualquier vehículo de movilidad personal que circule por Barcelona —desde patinetes hasta segways o hoverboards— deberá tener un seguro de responsabilidad civil y estar inscrito en un registro oficial de la DGT.
La reforma, aprobada en julio por el Congreso, busca cerrar la puerta a los accidentes sin indemnización y a conductores insolventes, con el Consorcio de Compensación de Seguros como garante de los pagos cuando la aseguradora no pueda asumirlos.
El cambio llega tras años de quejas por la velocidad y la falta de control de estos vehículos, algunos trucados para superar los 60 km/h pese a los límites legales. Con el nuevo registro y el seguro obligatorio, Barcelona quiere convertir al patinete en un aliado de la movilidad sostenible… pero bajo reglas claras y con responsabilidad para todos.