A partir del 1 de julio, la ciudad se suma a la Ventanilla Única Digital de Arrendamientos (VUDA), un sistema pionero que permitirá detectar, controlar y desactivar pisos turísticos ilegales con mayor eficacia.
La VUDA, impulsada por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, servirá como una base de datos centralizada en la que deberán registrarse todos los inmuebles de uso turístico o de corta duración. Las plataformas estarán obligadas a comprobar el número de registro antes de publicar un anuncio y a eliminarlo en un plazo máximo de 48 horas si no cumple la normativa. Además, enviarán informes mensuales con información detallada sobre ubicación, enlaces y datos de actividad.
Este radar digital busca poner orden en un sector que ha crecido sin control y que incide directamente en el encarecimiento del alquiler. La herramienta se convierte en la primera línea de defensa de una estrategia más amplia: Barcelona dejará de otorgar licencias de pisos turísticos en 2028. Las más de 10.000 viviendas con permiso deberán volver al mercado residencial.
Con esta medida, el Ayuntamiento da un paso firme hacia un modelo de ciudad más justo, donde la vivienda no sea un lujo y la legalidad no dependa del azar digital.