La decisión llega tras la sentencia del Tribunal Supremo que desactiva parte del Plan Especial Urbanístico de 2021, que buscaba blindar a escuelas, centros de salud y espacios juveniles de la cercanía de este tipo de negocios.
El Supremo ha considerado que las restricciones de distancia, aunque legítimas en su intención, no estaban suficientemente justificadas desde el punto de vista legal. Esto ha obligado al consistorio a repensar su estrategia. Lejos de rendirse, anuncia ya una nueva regulación urbanística que cumpla todos los requisitos jurídicos, pero que mantenga su objetivo: proteger a los más vulnerables frente a los riesgos del juego.
Durante este paréntesis normativo, la ciudad no tramitará nuevas licencias, frenando cualquier intento de expansión del sector. La suspensión, publicada en el Boletín Oficial, entra en vigor de inmediato y afecta a todo el término municipal.