Fundada en diciembre de 1991, esta emblemática tienda ha sido un santuario para coleccionistas, músicos y generaciones que encontraron en ella un espacio único para compartir su pasión por la cultura analógica.
El anuncio de su cierre, comunicado a través de su página de Instagram, ha causado gran pesar en la comunidad local. A pesar del resurgimiento del vinilo y de una base fiel de «irreductibles», la tienda no ha podido competir con la digitalización y el auge de plataformas como Spotify. Su propietaria, Nuria Arso, reconoce que «el negocio no es lo que era hace 25 años», aunque sigue resistiendo gracias al compromiso de su público.
Como un consuelo, su tienda hermana, Revólver Records, ubicada también en Tallers, seguirá abierta y acaba de ser reconocida con el premio Fonograma 2024 por APECAT como una de las mejores tiendas independientes de discos de Cataluña. Sin embargo, la clausura de Discos Revolver representa un duro golpe para la música local y la cultura de proximidad.
Durante todo julio, los clientes podrán despedirse con descuentos especiales en la tradicional liquidación de cierre. Con ello, Barcelona pierde un espacio emblemático que, más allá de una tienda, fue un verdadero epicentro cultural que difícilmente será reemplazado.