Si te apetece una escapada diferente, aquí tienes cinco ciudades europeas que combinan temperaturas agradables con planes irresistibles para disfrutar al máximo del verano.
Londres, mucho más que cielos grises
Aunque muchos la asocian con lluvias eternas y nubes persistentes, Londres en verano cambia por completo y se convierte en una ciudad luminosa, activa y con temperaturas que rara vez te hacen buscar una sombra. Lo mejor es que puedes recorrer sus parques, moverte por sus mercados callejeros, asistir a conciertos al aire libre o incluso tomarte algo en alguna azotea sin preocuparte por el calor extremo. Y si no quieres preocuparte por organizar nada, apúntate a alguno de los muchos free tour en Londres que recorren sus barrios más icónicos con guías que combinan historia y humor a partes iguales.
Praga y sus veranos de postal
Pocas ciudades combinan tanta belleza con un clima tan llevadero como Praga. Sus veranos son cálidos, pero suaves, con noches frescas y días que invitan a perderse entre callejones adoquinados, miradores y rincones medievales. Lo más recomendable es tomárselo con calma, dejarse llevar por su ritmo pausado y disfrutar de una cerveza junto al Moldava viendo pasar los barcos, o si prefieres algo más guiado pero igual de relajado, puedes unirte a algún free tour por Praga en español, que te regala una experiencia mucho más cercana y divertida.
Copenhague, la capital donde el verano es un paseo
Dinamarca tiene muchas joyas, pero Copenhague brilla especialmente cuando llega el buen tiempo. Sus veranos suelen quedarse en los 20 o 22 grados, lo cual es perfecto para recorrerla en bici, pasar horas frente al canal de Nyhavn o disfrutar de las terrazas sin derretirse en el intento. Además, la ciudad se llena de vida en sus espacios públicos, desde los jardines del castillo de Rosenborg hasta las playas urbanas donde los locales se dan un chapuzón sin salir de la ciudad. Es ideal para quienes disfrutan del diseño, la gastronomía sencilla y los ambientes relajados.
Edimburgo, la joya escocesa que se luce en verano
Si hay una ciudad que gana puntos cuando suben las temperaturas, esa es Edimburgo. El verano aquí tiene un aire casi mágico: no solo por el Festival Internacional que llena sus calles de teatro, música y arte, sino por ese clima fresco que te permite subir al Arthur’s Seat o pasear por la Royal Mile sin llegar a casa hecho polvo. Además, la ciudad es pequeña pero con una historia enorme, y al tener temperaturas tan suaves, se presta a explorarla a pie, detenerse a contemplar y seguir sin prisa.
Ámsterdam y el verano perfecto para pedalear
La capital de los Países Bajos es encantadora todo el año, pero en verano se transforma en una postal llena de flores, gente en bicicleta, canales tranquilos y planes al aire libre que encajan con todo tipo de viajero. Aquí el calor no molesta, acompaña. El clima moderado permite disfrutar de sus parques, de un picnic improvisado o de un paseo en barco sin tener preocuparte por el sol. Si te gusta caminar, este es tu sitio, porque cada rincón tiene algo que merece la pena.
El verano perfecto está donde no quema
Así que, si este año quieres hacer las maletas y descubrir Europa sin que el calor se convierta en el protagonista indeseado del viaje, estas cinco ciudades tienen todo lo que necesitas: clima agradable, paisajes preciosos, cultura, buen ambiente y planes para todos los gustos. Lugares que se pueden disfrutar a pie, a pedales o desde una terraza con vistas, y que demuestran que, con la temperatura adecuada, el verano sabe mucho mejor.
