Día del Trato Afectuoso
Este singular día surgió en EE. UU. a finales del siglo XX, dentro de una iniciativa de comunicación positiva. Aunque no tiene una fecha exacta de origen, ya en los años noventa estaba presente en los calendarios de «días de buenas acciones».
La idea es sencilla: dirigirse a familiares, amigos o compañeros con amabilidad, usar palabras cariñosas y regalar más cumplidos. Según los psicólogos, estos gestos sencillos aumentan la confianza y mejoran la convivencia. En escuelas y guarderías suele celebrarse como un juego, en el que los niños aprenden a reemplazar expresiones duras por otras más amigables.
Día de la Alimentación Saludable
Nació en EE. UU. a principios de los años 2000, en pleno debate sobre obesidad y carencias nutricionales. En países como Rusia y otras regiones, la fecha se popularizó gracias a la difusión de hábitos saludables.
El 11 de septiembre invita a revisar lo que ponemos en nuestro plato: más frutas y verduras, menos azúcar y comida rápida. Colegios y campamentos infantiles organizan talleres de cocina, mientras que los nutricionistas suelen ofrecer charlas abiertas. En redes sociales, los usuarios comparten fotografías de desayunos y almuerzos equilibrados como parte de campañas colectivas.
Día de «Tiende tu Cama»
Esta celebración tiene un origen muy concreto. En 2014 se viralizó el discurso del almirante estadounidense William H. McRaven, quien aseguraba: «Si quieres cambiar el mundo, empieza por tender tu cama».
Desde entonces, el 11 de septiembre se convirtió en un recordatorio simbólico de disciplina y autocontrol. Una cama ordenada representa estructura, responsabilidad y la idea de que los grandes logros empiezan por pequeños hábitos diarios. Coaches y psicólogos coinciden en que este simple ritual puede fortalecer la confianza y la constancia personal.
Día de «No hay noticias, buenas noticias»
Inspirado en el conocido proverbio inglés No news is good news, este día fue propuesto en EE. UU. durante los años 80 por asociaciones de periodistas. Era, en parte, una respuesta irónica al exceso de titulares sensacionalistas.
El 11 de septiembre, según esta efeméride, debería servir para hacer una pausa informativa: desconectarse de la avalancha de noticias y centrarse en la vida personal. Algunas redacciones lo aprovechan para debatir sobre la ética periodística y la saturación informativa. Para la gente común, es un recordatorio de la utilidad de los «detox digitales»: reducir la exposición a los medios y dedicar más tiempo a lo esencial.