Barcelona y sus alrededores esconden rincones olvidados donde el tiempo parece haberse detenido, susurrando historias de épocas pasadas. Desde hoteles modernistas en ruinas hasta fábricas industriales invadidas por la naturaleza, estos lugares abandonados ofrecen una ventana al pasado de la ciudad. Cada sitio, cargado de misterio y nostalgia, invita a exploradores urbanos a descubrir su legado. Esta lista reúne los más fascinantes, perfectos para quienes buscan aventura y conexión con la historia oculta de Cataluña.
A 20 km de Barcelona, esta fortaleza medieval del siglo X, apodada «Castillo del Infierno», impresiona con sus ruinas góticas y leyendas de psicofonías. Sus muros desmoronados atraen a exploradores urbanos intrépidos. Accesible desde Colònia Güell, es un viaje al pasado inquietante.
Barri de Can Julià, Santa Coloma de CervellóEn Terrassa, a 30 km de Barcelona, este sanatorio de los años 50, usado para tratar tuberculosis, conserva pasillos fantasmales y un aire perturbador. Parcialmente reconvertido en Parque Audiovisual, sus zonas abandonadas fascinan a los amantes del urbex. Un lugar donde la historia pesa.
Diseminado Can Carbonell, 1DOculta en Collserola, esta joya de 1911, con su casino y parque de atracciones, yace en ruinas entre grafitis. Su decadencia evoca una era de lujo perdido. Perfecta para quienes buscan aventura cerca de la ciudad.
Carretera de l' Arrabassada, km 6, 5Este balneario de 1870, abandonado tras una inundación en 1958, mezcla ruinas románticas con el paisaje de Montserrat. Sus fachadas derruidas cuentan una historia de esplendor olvidado. Ideal para exploradores nostálgicos.
Esparreguera, BarcelonaEn el Parc de Collserola, cerca de la estación de Canyelles, este antiguo hospital y leprosería del siglo XIX. A pesar de seguir abandonado, ahora de nuevo está lleno de la vida por convertirse en refuigio de los okupas.
Camí Sant Llàtzer, 12Construido para hospedar a los visitantes de Montserrat, este hotel se transformó en un hospital para soldados heridos durante la Guerra Civil, apodado «Hospital de la Sangre». Fue un lugar vibrante para eventos hasta su abandono en 1990. Hoy, su accesible ubicación lo convierte en un ícono del urbex catalán.
En Sitges, este parque acuático, abierto en 1987, cerró en 1989 por problemas financieros y rumores de tragedias, como un accidente fatal en la piscina de olas. Sus toboganes oxidados y piscinas vacías crean un escenario espectral. Ahora, grafiteros y skaters lo han reclamado como espacio para su arte y acrobacias.
Vial Camino, 18, SitgesSi has encontrado una errata o un error, selecciona el fragmento de texto que lo contiene y presiona Ctrl+↵
