A lo largo del recorrido, la naturaleza se revela en sus distintas fases: floración, sequía, caída de hojas e hibernación, permitiendo observar procesos como la polinización, las estrategias de adaptación de las plantas y su resistencia a fenómenos como los incendios.
Más que un simple paseo, esta experiencia permite comprender la singularidad del clima mediterráneo y su impacto en la biodiversidad. En un mundo cada vez más afectado por el cambio climático, el Jardí Botànic se convierte en un espacio de aprendizaje y reflexión sobre la importancia de preservar un planeta verde.