El espacio está diseñado con instrumentos afinados y estructuras adaptadas a sus necesidades, creando un escenario seguro y estimulante en el que cada descubrimiento sonoro se convierte en un puente hacia la comunicación y la expresión personal. Aquí, los sonidos no solo se escuchan, también se tocan, se exploran y se comparten en un ambiente que invita a dejarse llevar por la creatividad.
Más que una actividad, «Sonarium» es una experiencia inclusiva que rompe con los límites de las palabras. Cada niño encuentra su manera de relacionarse con la música, ya sea golpeando un tambor, acariciando una cuerda o dejándose envolver por el eco de nuevos sonidos.
Al aire libre, frente al teatro, la calle se convierte en un espacio vivo y participativo donde familias enteras pueden jugar, descubrir y dejarse sorprender. «Sonarium, el viaje de los sentidos» celebra la música como un lenguaje universal que une generaciones y despierta emociones desde la primera infancia.