Más de 100 paradas —55 de ellas del propio municipio— llenarán de color y aromas el tramo entre la calle 11 y la plaza de las Palmeres. A su alrededor, música en vivo, actividades para todas las edades, espectáculos itinerantes y hasta un desembarco pirata darán forma a un fin de semana para perderse y reencontrarse.
La fiesta arranca el viernes con una batucada itinerante, el ritmo de DJ Sergi Shine y un concierto de película a cargo de la Asociación Musical de Castelldefels. El sábado, los piratas desembarcan entre tambores y pólvora para acabar en una sardinada popular junto al mar. Y el domingo, castells al mediodía y habaneras con Els Cremats al atardecer cerrarán el programa con sabor salado y voz rasgada.
¿Lo mejor? Habrá bus gratuito desde el centro para que nadie se quede sin playa ni sin fiesta.
Castelldefels no es solo sol y arena: este julio, también es mercado, cultura y comunidad.