Las actividades de la festividad son un reflejo de su rica herencia marítima y comunitaria: desde emocionantes correfocs, donde dragones y diablos danzan entre fuegos y chispas, hasta conciertos que resuenan bajo las estrellas del litoral. Los gigantes de la ciudad, figuras emblemáticas de cartón piedra, recorren las calles al ritmo de músicas tradicionales, arrastrando a multitudes en desfiles llenos de magia y color.
El evento más esperado es la sardinada comunitaria, una festiva degustación de sardinas asadas que simboliza la unión y el sabor local. Las noches se adornan con luces de bengala y el cielo se pinta con el brillante resplandor de los fuegos artificiales, culminando una serie de días donde la Barceloneta muestra su más sincero espíritu festivo y acogedor.