Al cruzar las puertas de esta fábrica singular, los visitantes son recibidos por la Inventora de Juguetes, una figura inspiradora y enérgica, cuya misión es guiar a los asistentes a través del misterioso proceso de creación de juguetes. Desde un imponente ventanal, se despliega ante los ojos de los niños el vibrante espectáculo de la producción de juguetes, donde piezas de diversos colores y formas cobran vida gracias a la potente energía de la infancia.
La Inventora no solo explica los entresijos de este proceso único, sino que también invita a los niños a contribuir con su energía e ilusión. Con la ayuda de Volt y Wat, dos personajes encantadores que personifican la electricidad y la energía, los pequeños visitantes pueden canalizar su alegría hacia el energiómetro. Este dispositivo, colocado junto a la torre de la fachada, se ilumina y pulsa con más fuerza cuanto mayor es el entusiasmo de los niños.
Durante el recorrido por la Fábrica, los visitantes podrán disfrutar de una serie de animaciones y espectáculos que les permitirán ver de cerca cómo la magia de la Navidad transforma simples materiales en maravillosos regalos. Cada sala del edificio ofrece una experiencia diferente, llena de color y fantasía, diseñada para encantar tanto a jóvenes como a adultos.
La Fábrica de los Reyes de Oriente es un testimonio de cómo la imaginación infantil puede alimentar el mundo y llenarlo de alegría. Este viaje a través del corazón de la fábrica no solo deja un recuerdo imborrable en los corazones de los niños, sino que también les enseña el valor de la creatividad y la importancia de soñar en grande.