Convertido ya en una cita imprescindible para los amantes del arte al aire libre, el festival reivindica el poder de las artes de calle para conectar generaciones, tender puentes entre culturas y celebrar lo que somos a través de la creación colectiva. Porque en la calle no solo pasan cosas: también se cuenta quiénes somos.
Durante tres días, el entorno natural y urbano del barrio se convierte en escenario de una programación variada y vibrante, que reúne espectáculos pensados para todos los públicos. Este año, tradición e innovación se dan la mano en propuestas que exploran nuestras raíces con una mirada contemporánea y abierta al mundo.
El acceso a todas las actividades es gratuito, una invitación directa a disfrutar, reflexionar y dejarse sorprender por el arte en su forma más viva y cercana. Porque cuando el arte sale a la calle, todos estamos invitados.