Los casales infantiles del distrito han preparado una propuesta que pone el juego en el centro como herramienta de descubrimiento y vínculo. Habrá espacios de experimentación libre, donde los más pequeños podrán explorar a su ritmo; un área de corte de madera para crear en familia; un taller de arpilleras que recupera una técnica llena de texturas y posibilidades; y un rincón dedicado a los juegos de mesa, perfecto para retarse, colaborar y compartir.
La jornada nace con un propósito: recordar que todos los niños tienen derecho al juego, a la creatividad, a la expresión y a crecer en un entorno que los escuche. Esta celebración convierte ese mensaje en una experiencia palpable y cotidiana, abierta a cualquier familia que quiera sumarse.
La actividad es completamente gratuita y está pensada para disfrutar sin prisas, reforzando la idea de que la calle también puede ser un lugar de cuidado, comunidad y aprendizaje. Una tarde para jugar y, al mismo tiempo, reivindicar derechos que construyen futuro.