Esta prueba de una milla (1.609 metros) invita a personas con y sin discapacidad a compartir la experiencia de correr en igualdad de condiciones, midiendo su esfuerzo y su alegría en una misma línea de salida. Corredores de todas las edades y géneros participan en un recorrido que demuestra que la verdadera meta es avanzar juntos.
Quienes se inscriban como corredores solidarios tendrán el reto y el privilegio de acompañar a una persona con discapacidad intelectual grave, convirtiendo cada paso en un gesto de apoyo, respeto y compañerismo.
Los fondos recaudados este año se destinarán a proyectos de envejecimiento activo impulsados por Aspasim, que trabaja para mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad en sus hogares y centros de atención diurna.