La técnica de trashumancia, lejos de ser un método obsoleto, representa una estrategia de supervivencia crucial para las comunidades en las regiones más inhóspitas del planeta, donde la vida depende del delicado equilibrio entre hierba, rumiantes y pastores.
La muestra captura la esencia de la trashumancia, descrita a menudo como un «ejército verde» que desbroza y fertiliza la tierra, mientras transforma la hierba en recursos vitales como carne, lana y leche. Este sistema no solo favorece la persistencia de razas autóctonas y ayuda a fijar la población rural, sino que también garantiza el bienestar animal y produce alimentos de manera éticamente sostenible.
En un momento en que la trashumancia enfrenta un declive significativo, la obra de Gómez busca encender un debate sobre su valor medioambiental, social y económico. La exposición utiliza el poder de la fotografía para acercar al público a esta práctica milenaria, subrayando su relevancia en la producción de dietas sanas y sostenibles, especialmente en zonas desfavorecidas.
Alineada con la reciente inclusión de la trashumancia en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO y el anuncio del 2026 como el Año Internacional de los pastos y los pastores por la ONU, la exposición «Yerba: el corazón verde de la trashumancia» es un tributo a aquellos que, día a día, sostienen esta tradición viva. A través de sus imágenes, Katy Gómez no solo documenta una práctica, sino que también celebra y honra la vida de los animales y pastores que la llevan a cabo, invitando al espectador a reflexionar sobre la importancia de proteger y valorar nuestras raíces para asegurar un futuro sostenible.