El itinerario atraviesa disciplinas como la física, la biología o la neurociencia para explicar cómo surgió el tiempo con el universo y cómo marca los ritmos de la vida. Al mismo tiempo, dialoga con el arte y la literatura para explorar la percepción subjetiva del paso de los días, la memoria, la espera o la intuición del futuro. ¿Por qué el tiempo parece acelerarse o detenerse? ¿Hasta qué punto podemos anticiparlo o transformarlo?
Lejos de ofrecer respuestas cerradas, la exposición plantea preguntas que conectan descubrimientos científicos con interpretaciones culturales y emocionales. La invención del tiempo se convierte así en una experiencia reflexiva y sensorial que cruza conocimiento y vivencia, invitando al visitante a repensar su propia relación con el pasado, el presente y aquello que aún está por venir.