Estos entusiastas, alejados del cine comercial, exploraron el mundo con una libertad creativa sin precedentes, convirtiendo su pasión en un archivo visual único de los convulsos años veinte y treinta. Desde momentos cotidianos hasta experimentos visuales, su trabajo es un testimonio pionero del cine documental, experimental y educativo. La muestra revela cómo estas primeras cámaras, pensadas para capturar instantes familiares, evolucionaron hacia instrumentos de observación crítica de su tiempo, dejando un legado invaluable.
La entrada es gratuita, ofreciendo a todos la oportunidad de asomarse a este fascinante capítulo de la historia del cine en Cataluña.