Desde su creación en 2006, la BDW ha sido mucho más que una cita profesional: es un manifiesto colectivo sobre cómo el diseño, aplicado con conciencia, puede cambiar realidades. Su propósito sigue intacto —acercar la creatividad a la gente y a los sectores económicos—, pero su alcance crece cada año. Hoy forma parte de la World Design Weeks, red que reúne a más de 40 eventos internacionales con epicentro en la propia Barcelona.
Bajo el lema del optimismo creativo, esta edición explora cómo el diseño puede ser una herramienta regenerativa en tiempos de cambio. Charlas, exposiciones y talleres —como el Creative Optimism Workshop o la conversación entre Andrés Reisinger y Juncosa Serra— invitan a mirar el futuro con curiosidad y valentía.
Del 7 de octubre al 16 de noviembre, la ciudad se convertirá en un mapa de ideas donde la luz, la materia y la imaginación se cruzan. La BDW no solo muestra objetos: revela maneras de pensar, de habitar y de crear. Un festival donde Barcelona diseña el mañana con las manos, pero sobre todo, con la mente.