Durante años, Jacquet y su equipo recorrieron glaciares, mares helados y profundidades submarinas, capturando momentos irrepetibles que ahora cobran vida mediante proyecciones envolventes y recursos audiovisuales de última generación. La Antártida se despliega ante los ojos del visitante como un espectáculo inmenso y delicado, donde cada iceberg, cada colonia de pingüinos o cada inmersión bajo el hielo revela la grandeza y la fragilidad del planeta.
El propio Jacquet la define como «mitad sueño de viaje, mitad oda a la naturaleza», una propuesta que no solo busca deslumbrar, sino también despertar conciencia. A lo largo de más de dos años de trabajo, Antarctica Experience ha sido pensada para públicos de todas las edades, combinando rigor científico con emoción estética.
En tiempos en que los hielos se derriten y el futuro del continente blanco se vuelve incierto, esta exposición ofrece la oportunidad de detenerse, contemplar y sentir lo esencial: que proteger la Antártida es también protegernos a nosotros mismos.