A partir de las 20:30, los visitantes son recibidos con una copa de cava o un cóctel Mimosa, brindando con las vistas únicas del Passeig de Gràcia antes de adentrarse en un recorrido de 1 hora y 15 minutos.
El vestíbulo abre la experiencia con sus formas orgánicas y detalles de lujo, dando paso a la planta principal, el antiguo hogar de la familia Batlló, donde la genialidad artesanal de Gaudí se exhibe en cada rincón. El itinerario conduce al patio de luces, un mar de azulejos cerámicos que parece capturar la esencia del Mediterráneo, y culmina en el desván, donde los arcos catenarios envuelven al visitante en una atmósfera casi onírica.
Con una iluminación cálida y tenue que realza las texturas y colores de la Casa, esta visita ofrece la oportunidad de vivir la arquitectura de Gaudí desde una nueva perspectiva: la de la noche. Una experiencia para descubrir la belleza con más delicadeza, en un entorno diseñado para el asombro y la contemplación.