Un plato fuerte de la temporada es «Els follets del Zoo», un espectáculo teatral que ocupa el anfiteatro y se despliega en un animado pasacalle con toques novedosos cada año. Más que entretenimiento, esta obra pone de manifiesto la crucial labor de conservación que realiza el zoo, inspirando a todos a cuidar de nuestro planeta. Disponible durante los fines de semana y días festivos, esta función se integra sin coste adicional en la entrada general, asegurando así accesibilidad para todos.
La tradición catalana encuentra su lugar el 22 de diciembre con el tió de Navidad del zoo, proporcionando una experiencia peculiar que fascina especialmente a los niños. Paralelamente, se propone una gimcana que recorre senderos naturales y culmina con un obsequio especial: una casita para aves que los jóvenes exploradores pueden personalizar y colgar, contribuyendo así al bienestar de la avifauna local.
El zoo también lanza una nueva misión dentro del Passaport de Natura este año. Titulada «La vida en una gota», esta actividad invita a los participantes a sumergirse en el microcosmos acuático, descubriendo la diversidad oculta en una simple gota de agua. Es una oportunidad para que los miembros del Zoo Club se impliquen de manera activa en la conservación y el estudio de la biodiversidad.
El reconocimiento a la dedicación de quienes cuidan de los más jóvenes se celebra en el Dia del cangur, el 23 y 24 de diciembre, cuando abuelos y otros familiares reciben acceso gratuito al zoo si vienen acompañados de niños. Además, se ofrece una actividad educativa sobre los canguros, proporcionando una perspectiva más cercana a estos interesantes marsupiales.
Finalmente, el compromiso con la educación ambiental se refleja en los casales navideños destinados a infundir en los jóvenes un respeto profundo por el entorno natural. Estas actividades, que varían desde cocinar para los animales hasta participar en proyectos de conservación, requieren inscripción previa y están diseñadas para estimular la curiosidad y el compromiso ecológico en niños de 5 a 14 años.
En suma, el Zoo de Barcelona se convierte en un espacio donde la magia de la Navidad y el respeto por el medio ambiente se entrelazan, ofreciendo a cada visitante una vivencia única y transformadora.