Cada equipo —máximo cinco personas— deberá responder cuestiones relacionadas con los propios equipamientos organizadores, de modo que aprender y jugar ocurren al mismo tiempo. Una persona dinamizadora guiará la sesión, marcando el ritmo, animando al público y creando ese ambiente de complicidad que convierte el concurso en una experiencia divertida incluso para quienes no vienen con espíritu competitivo.
El equipo ganador se llevará una sorpresa final, aunque parte del encanto del quiz es que todos salen con algo: anécdotas nuevas del museo, curiosidades que no estaban en los paneles y la sensación de haber compartido una actividad diferente.
Además de la sesión en el MMB, el Museum Quiz Familiar también llegará al Museo de Ciencias Naturales de Barcelona el 20 de diciembre a las 17:30, ampliando así la aventura a otro espacio emblemático de la ciudad.
Para familias que buscan un plan que mezcle juego, cultura y una buena dosis de humor, esta es una cita difícil de resistir. ¿Quién dijo que aprender no podía ser un deporte de equipo?