En la trama, un joven de dieciséis años recorre la ciudad de noche para despedirse de su padre en el hospital. Una acción tan sencilla como devastadora. ¿Por qué contar esta historia? ¿Por qué volver a una escena cuyo desenlace ya conocemos? La obra reflexiona sobre la inevitabilidad de hablar de la muerte, incluso cuando todo en nosotros desea evitar el tema.
Durante el proceso creativo, el equipo ha explorado esta temática en profundidad, intentando despojarla de tabúes y enfrentándola con honestidad. El resultado es un montaje conmovedor que, lejos de caer en la desesperación, busca iluminar con sensibilidad ese tramo oscuro que todos, tarde o temprano, hemos de recorrer.