Inspirado en hechos reales, este espectáculo en vivo desafía al espectador a abandonar el papel pasivo y asumir la responsabilidad del veredicto. No es ficción sin consecuencias: cada voto puede cambiar el desenlace. Un triángulo amoroso, un divorcio multimillonario, una acusación por asesinato sin pruebas concluyentes… y una mujer en el banquillo. ¿Es una víctima de las circunstancias o una mente calculadora?
Durante la sesión, los asistentes escuchan testimonios, examinan pruebas, analizan contradicciones y deciden. Lo que parece evidente se tambalea, y lo que se oculta pide ser descubierto. En este juicio, cada palabra importa y el veredicto final está en manos del público.
Una experiencia intensa, participativa y profundamente humana donde lo más inquietante no es el crimen, sino lo cerca que estamos todos de formar parte de él.